EL MINISTERIO CRISTIANO ES UNA RESPONSABILIDAD


Editorial

EL MINISTERIO CRISTIANO ES UNA RESPONSABILIDAD
 Por Lic. Roberto Ozuna
Usado con permiso
  
A través de los años hemos observado cómo personas alrededor del mundo han anhelado alcanzar posiciones de gran prestigio, como presidente, senador, diputado, empresario, pastor, evangelista, misionero, entre otras áreas. Pero no siempre han querido llegar a estas posiciones con la idea de servir a los demás, sino con el pensami        ento de beneficiarse de las personas. Por lo cual, en esta oportunidad nos proponemos mostrar en este articulo, cuál debe ser la verdadera actitud y mentalidad del siervo(a) de Dios en el ministerio cristiano. Por tal razón, en este momento vamos a desglosar este enfoque respecto al servicio cristiano: la responsabilidad del cristiano en el ministerio. Acompáñenme pues, en este viaje que nos llevará a conocer diferentes enseñanzas que enriquecerán nuestras vidas.

Definición de la palabra “ministerio”

La palabra “ministerio” indica la función del ministro. Este vocablo se deriva del latín (minister), que los antiguos romanos oponían a (magíster), pues mientras el término “magíster” era aplicado a los encargados de administrar justicia, los magistrados atribuían un “magis” más que los demás en competencia y honestidad, al término “magíster” se les suponía un (minus) menos que las autoridades al servicio de ellas. En este sentido, (ministro) equivale a “criado o persona al servicio de otra u otras personas”.1

Uso bíblico del término “ministro”

El término “ministro” tiene ya en el Antiguo Testamento un énfasis similar a la del uso latino, lo cual ha de ser tenido en cuenta al hablar de ministerio en la iglesia. El término hebreo “mesharet” expresa normalmente el servicio en el templo y, por eso, la versión de los LXX (es decir, la traducción del Antiguo Testamento al griego del Nuevo Testamento) lo vertió por “leiturgos” de donde viene “liturgia”, que significa alguien que está a cargo de un servicio público.

El Nuevo Testamento usa preferemente el término “diakonos”, servidor, que se emplea primero en sentido general y luego en sentido técnico, o sea, especifico, para designar un oficio determinado dentro de la iglesia.2 Es decir, que la palabra “diakonos”, o sea, servidor, ilustra que se puede usar para referirse al servicio que debe ejercer todo cristiano en la iglesia, según el don o los dones que haya recibido. Como también dicha palabra se designa para referirse a aquella persona que ha sido llamada por Dios para que se dedique a un servicio especifico, llámese pastor, evangelista, maestro, (diakono), etc.

LA RESPONSABILIDAD DE CADA CRISTIANO EN EL MINISTERIO

En esta oportunidad nos dedicaremos a presentar varios apartados que nos ayudarán a comprender cuales son algunas de nuestras responsabilidades en el ministerio que estamos realizando o realizaremos en el futuro en la iglesia. Por tanto, veamos lo que podemos aprender en esta ocasión.

1Francisco Lacuela. La Iglesia Cuerpo de Cristo. Terrasa, Barcelona. Editorial Clie. (1988). Pág. 191.
Ibid., pág. 192.

1.      Servir

No a todas las personas nos gusta hablar del servicio, porque no a todos nos gusta servir. Sin embargo nos sentimos bien cuando otros nos sirven. Por tal razón, en este momento nos dedicaremos a hablar del servicio que debe ejecutar un cristiano o cristiana.

En una ocasión Eugene Harbecker dijo lo siguiente respecto al servicio: “el verdadero líder sirve a la gente. Sirve a sus mejores intereses y al hacerlo no siempre será popular, y quizás no siempre logre impresionar. Pero debido a que los verdaderos lideres están motivados por el interés amoroso más que por un deseo de gloria personal, están dispuestos a pagar el precio.”3 Esta declaración es una gran realidad, porque el servicio requiere sacrificio de parte del que sirve, esto quiere decir, que uno debe dejar a un lado los anhelos personales y preocuparse por el bienestar de los demás. Podemos citar a una persona que mostró el mejor ejemplo de servicio aquí en la tierra: Jesús.

Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin…así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar. Entonces les dijo: ¿entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si Yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.4 San Juan 13:4, 12-14.

Por lo cual, podemos aprender de este ejemplo del Señor Jesús, que para servir a los demás hay que sacrificarse primero. No importa el área en que usted sirva, recuerde siempre que el líder cristiano tiene más responsabilidades y menos privilegios.

2.      Ser ejemplo

En su primera carta a Timoteo, el apóstol Pablo exhorta a su hijo en la fe a ser un ejemplo a los creyentes. En relación con esta exhortación, Pablo indica también varias categorías, en las cuales Timoteo y nosotros deberíamos ser un ejemplo a los creyentes. Además el apóstol Pablo indicaba a Timoteo que el liderazgo es más un asunto de calidad que de antigüedad, aunque las Escrituras nos instan a que respetemos la edad. En el propósito de Dios, el mero haber vivido más tiempo no cuenta como mérito para el liderazgo.5 Este pensamiento es muy importante, porque a través de la historia de
la iglesia contemporánea, muchos han creído que porque tienen muchos años siendo cristianos, eso le da autoridad para ejercer algún ministerio en la iglesia de Cristo. Este es un concepto muy equivocado, porque Dios es quien escoge y capacita a la persona que él, quiere usar. Por lo tanto, la cuestión del ministerio no es asunto de edad, sino de madurez y de ser ejemplo.

3.      Debes tener pasión

Tu deseo determina tu destino. Piensa en grandes líderes y quedarás impresionado por su pasión:
Gandhi por los derechos humanos, Winston Churchill por la libertad, Martin Luther King Jr. Por la igualdad, Bill Gates por la tecnología. Cualquiera que viva por encima de una vida común tiene un gran deseo. Esto es cierto en cualquier campo: deseos débiles traen resultados flojos, así como un fuego pequeño poco calor. Mientras más fuerte sea tu fuego, más grande será el deseo y más grande el potencial.6 Esta declaración es una gran verdad, porque con la ayuda de Dios, una persona puede llegar a la meta que se proponga, siempre y cuando esté vigente esa pasión por alcanzar la meta que se ha propuesto lograr. Porque a pesar de los obstáculos que se puedan presentar en el camino, dicha persona seguirá luchando hasta realizar su sueño.

Podemos expresar que lo que se ha expuesto en este artículo es para motivar a cada uno(a) de ustedes a realizar un ministerio de excelencia para la gloria de Dios. Por tal razón, es necesario que mantengan una disciplina y perseverancia en el ministerio que están realizando, para que las personas de este mundo puedan ver que es un privilegio servir a Cristo y vivir para él. Esperamos que lo que hemos tratado en este documento, sirva para alentarnos a trabajar en el ministerio cristiano con “humildad, excelencia y responsabilidad”. Por tanto, queremos expresar las palabras que, en un
momento dado, Martín Lutero declaró, cuando era cuestionado acerca de las 95 tesis que escribió para la reforma de la Iglesia Católica, el dijo: “¡Que Dios nos ayude”!

NOTAS
1Francisco Lacuela. La Iglesia Cuerpo de Cristo. Terrasa, Barcelona. Editorial Clie. (1988). Pág. 191.
2Ibid., pág. 192.
3John Maxwell. Las 21 Cualidades Indispensables de Un Líder. Nashville, EE.UU. Editorial Betania. (1999).
Pág. 15.
4Santa Biblia. El Evangelio de Juan. Nueva Versión Internacional. Miami Florida, E.U.A. Editorial Vida.
(1999). Pág. 1364.
5Hudson T. Armending. El Líder Cristiano. Madrid, España. Editorial Clie. (1979). Pág. 39.
6John Maxwell. Las 21 Cualidades Indispensables de Un Líder. Nashville, E.U.A. Editorial Betania. (1999).
Págs. 71-72.